Negligencia médica provoca derrame cerebral a bebé

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Chihuahua, Chih.- Los Padres del bebé, Marco Antonio Orozco de 36 años y Elba Urrutia de 31, interpusieron una demanda ante la Fiscalía General del Estado en contra del personal médico del Hospital Infantil del Estado de Chihuahua, acusados de negligencia médica y atentar contra la vida de sus hijos de 26 días de nacidos. La querella fue registrada con el número 192015-0030673 y fueron atendidos por el licenciado Manuel Domínguez. Los afectados informaron que el martes acudieron con sus gemelos Juan Antonio y Marco Alejandro, nacidos el 4 de septiembre a una revisión médica, ya que el primero tenía un problema de reflujo, pero el personal médico solicitó ver también al segundo a pesar de estar sano y por error le aplicó un medicamento que le ocasionó una quemadura e hinchazon en la pierna, dañó un riñón y provocó un derrame cerebral. Ahora el pequeño se debate entre la vida y la muerte. Informaron que Juan Antonio también se encuentra internado en un área restringida, aunque en una situación de mejor salud, cuando él fue quien llegó con problema de reflujo. Marco Antonio y Elba criticaron el error y negligencia del personal médico y subrayaron que por ningún motivo se debe dejar pasar una cosa así, por lo que pidieron que se castigue a los responsables. Se manifestaron dispuestos a requerir la intervención de otras instancias como la Comisión Estatal de Derechos Humanos y de la misma Comisión Nacional de Arbitraje Médico, entre otras para que este error médico no quede sin castigo. Entrevistados sobre el caso, el doctor Samuel Santana, director médico de la Secretaría de Salud dijo que se inició una rigurosa investigación en la Secretaría de Salud para delucidar qué fue lo sucedido. Santana agregó que la Secretaría de Salud dará todo el apoyo a la familia y a pregunta expresa desechó que la Institución vaya a tomar represalias en contra de los padres por haber hecho de la opinión pública este caso. Los padres de los menores se quejaron de recibir un trato discriminatorio del personal de la institución, quienes les dicen que “por chismosos” no dejan pasar a sus familiares a ver a los niños a la hora de visita.